Los compontes y el primer Robocop

La era de los compontes en Puerto Rico comenzó por ahí por los 1880's. Eran unos soldados que trajo el gobernador Romualdo Palacios directito desde la madre patria y se dedicaban a sembrar el terror y el caos, daban catimbas y patadas, y atropeyaban a los criollitos que querían tener su propio negocio y deseaban progresar en la vida. En fin, eran un chorro de cabrones que buscaban cualquier excusa para ejercer su abuso de poder.


Como siempre, los policías del mundo se enteraron del relajito de los compontes y se les acabó el guiso cuando decidieron invadir la Isla en el 1898. Pa' rápido montaron un escuadrón de hillbillies liderado por el primer Robocop.

Aquí tenemos al primer Robocop con escopeta en mano y botas anti-cahillos. Su hojalata era resistente al calor tropical y tenía aceites especiales anticorrosivos. Al componte que encontrara fuera de sitio, le escupía a través de su corneta facial y lo paralizaba con unos rayos láser que disparaba por los mismos boquetes que utilizaba para observar al mundo que le rodeaba. Además, agarraba sus víctimas con sus poderosas pinzas mecánicas y cogía y las espetaba a la cañona por la compuerta de su torso pa' entro. Ahí, los cuerpos se iban chamuscando hasta convertirse en combustible para el poderoso robot.





Como es de esperarse, los gringos siempre acaban montando un show a donde quiera que se meten y los compontes que no terminaron siendo cremados dentro del cuerpo de Robocop, se les incentivó para que se unieran al mundo del espectáculo. De aquí nacieron las famosas Rockettes.















Luego de haber exterminado y aniquilado a los compontes, Robocop se unió al ejército de Pancho Villa porque le ofrecieron más chavos con los rebeldes y nos abandonó para siempre. Hasta el sol de hoy, no sabemos con certeza cual fue el paradero del primer paladín de la justicia de nuestra Isla. Si alguien conoce a donde fue a parar, que por favor nos informe...