El misterioso origen de las gallinas de palo

Hace muchos años, en el planeta IguanoTerra, convivían muchas especies de animales en armonía. El líder supremo, Iguanotep-I era respetado y venerado por toda su gente. Aquí lo vemos en una foto con su esposa, Lagartaberta, antes de que tan siquiera pudieran imaginarse la horrible catástrofe que les esperaba.








Resulta que dentro de su concilio, habían unas iguanas que no respetaban las leyes de sana convivencia entre las especies, las cuales Iguanotep-I había implantado, y les gustaba mucho holgazanear y para colmo, en su tiempo libre se ponían a hacer experimentos desagradables con los humanos. He aquí algunos ejemplos.



Obligaban a niñas pequeñas a comer lechuga orgánica.


Forzaban a mujeres a que les hicieran favores especiales.


Algunas las pintaban de verde y las obligaban a bailar durante horas y horas...


El concilio logró atrapar a Lagartaberta y la humillaron pintándola de verde chatré y haciéndola ir al supermercado para traerles toda clase de golosinas.


Luego de utilizarla vilmente, la mandaron a quemar en un lago de azufre.


Cuando Iguanotep-I supo de la tragedia, rápidamente mandó a su hijo con la nana, Iguananana, que lo cuidaba a que abandonaran el planeta y se dirigieran al nuestro.













Sin embargo, un siniestro miembro del concilio logró irse juyendo antes de que Iguanotep-I lo alcanzara.








El misterioso miembro fue quien pilotó la nave que transportaba al hijo de Iguanotep-I y a su nana, Iguananana.





















Así que, ya sabemos porqué hay tanta gallina de palo entre nosotros, y por lo visto, no solamente dominan a las féminas...