¡Nuevos hallazgos arqueológicos sobre el Pacu-hombre!

Recientemente se realizó una excavación arqueológica en el parque ceremonial indígena de Caguana. Dicha excavación dejó al descubierto muchos secretos de los juegos favoritos de nuestros indígenas, los Taínos. Siendo uno de ellos, el oculto y misterioso juego del Pacu-hombre.

Existe evidencia de un extraño y tripiosísimo juego en el que uno de los participantes se pintaba la cara de amarillo y se iba a caminar por el bosque mientras otros 4 individuos lo perseguían y trataban de apresarlo. El verdadero objetivo del juego sigue siendo motivo de especulación entre científicos e investigadores.


Según el líder de la investigación, Mr. Adrew Ñemerson, cuando lograron desenterrar los restos del Taíno de cara amarilla, el esqueleto salió corriendo despavorido, tratando de suicidarse, ya que nadie debía conocer los secretos místicos ni la clave del juego del Pacu-hombre.




Sin embargo, el asustadizo esqueleto no pudo huir ni esconderse y luego de varias horas de cirugía reconstructiva de parte de los mejores arqueólogos de la National Geographic, lograron descubrir uno de los mejores guardados secretos de nuestro legado. Después de horas de ardua labor intensiva, resultó que el esqueleto no pertenecía a uno de nuestros indígenas, sino a un criollito que se llamaba Romualdo Atrasí. Su cuerpo fue enterrado en el parque, ya que nadie debía conocer el verdadero secreto del Pacu-hombre. Romualdo se lo había tatuado en un lugar especial de su cuerpo y los Taínos, por temor a que se difundiera la verdad sobre su gran tesoro, decidieron enterrarlo en un lugar sagrado. Cualquier similitud con algún vídeo juego ochentoso, es pura coincidencia.